Desde el nacimiento del rock desértico y su auge en la primera mitad de los ‘90, el género originado en California ha tenido numerosos representantes y tributarios. A estandartes fundacionales como Kyuss o Monster Magnet le han seguido incontables bandas alrededor del mundo. Con fuertes nichos en Europa y América -y siempre distante de la amigabilidad y facilismo del mainstream más radial-, el stoner o desert rock ha permanecido eternamente en circuitos subterráneos, pero con una energía, potencia y honestidad que está muy lejos de desvanecerse.
Uno de los más notables revitalizadores del género es el trío sueco Truckfighters. El grupo formado por Ozo (Oskar Cedermalm) en bajo y voz, Dango (Niklas Källgren) en guitarra y Pezo (Oscar Johansson) en batería, hace una interesante mezcla de sonidos desérticos, hard rock, jams instrumentales y melodías que resultan difíciles de ignorar. En sus tres elepés, Gravity X (2005), Phi (2007) y Mania (2009) y tras editar el documental sobre su vida en la carretera y donde aparecer sus padrinos de Queens Of The Stone Age, la banda ha explorado distintas corrientes, logrando un sonido cada vez más variado, propio y actuando en los principales festivales del género por todo Europa.
Karma to Burn por su parte, es considerada una de las bandas pioneras del Stoner-Rock surgido a mediados de los ´90s en USA y dicha consideración tiene más merito aun teniendo en cuenta que el grupo esta formado por solo tres músicos y que facturan un repertorio de canciones instrumentales con una crudeza y categoría muy difíciles de superar. La banda volvió a los escenarios en 2009 tras varios años disuelta y lo hizo más activa que nunca, incluso pudieron compaginar sus giras con otro proyecto paralelo que montaron en Los Angeles (USA) con Daniel Davies (Hijo del mítico Dave Davies de The Kinks). En el 2012 Rob Oswald dejó el grupo de forma indefinida y fue sustituído por el bateria de Ancient Shores, Evan Devine.
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